Jair
Valdés.
@senseijvaldes
“En tiempos de engaño universal, decir la
verdad se convierte en un acto revolucionario”
George Orwell.
En
estos días se ha discutido mucho sobre los beneficiarios o perjudicados de la
Reforma Constitucional en Telecomunicaciones. Todo parece ser un juego cuyas
reglas y formas siempre benefician a quienes tienen más poder y perjudican
gravemente a quienes como sociedad nos mantenemos inertes y pasivos ante las
grandes agravantes que se vienen para nosotros como usuarios de los servicios,
como clientes y como individuos que buscamos expresar ideales y pensamientos, así como compartir
información educativa y cultural por medio de herramientas tecnológicas (TIC) cuya ayuda ha sido extraordinaria precisamente
frente al control de los medios de comunicación como son la televisión y la
radio que únicamente funcionan en las manos de los monopolios y en el mejor de
los casos de un estado cuyo gobierno restringe la pluralidad de ideas.
En
la discusión existen palabras clave; preponderancia, servicios, sectores,
mercados y para regular o jugar a regular el mercado y la competencia
las palabras mágicas son preponderancia
por sector.
La
constitución establece regular o controlar por servicio.
Mucho
se dice que esta reforma es democratizadora, que todos van a poder participar y
competir, que se abren las puertas a la participación incluso de radios
comunitarias, se dice que habrá competencia en los mercados que se encuentren
concentrados, pero aunque todos los mexicanos sabemos que en el mercado de la
televisión, la radio, la internet y la telefonía tienen un gran porcentaje
cubierto Televisa y Telmex ellos según sus propios amparos no tienen
preponderancia.
Por
otra parte en el supuesto de poder competir en los mercados saturados ni
siquiera las empresas que podrían competir contra televisa podrán hacerlo, ¿Por
qué? Porque se está estableciendo la preponderancia por sector, en este sentido televisa
y sus legisladores ganan puesto que la Televisión de paga es un servicio, y la
Televisión abierta no tiene más del 50% de la audiencia de todo el sector de
radio y televisión. Es decir quien quiera competir versus televisa no puede
porque no se considera que este saturado el mercado ni en el servicio de televisión de paga ni en el sector de radio y televisión.
Si
se resolviera por medir por servicios, entonces otras empresas efectivamente podrían competir
contra Televisa o Telmex, se competiría en el servicio por ejemplo de
televisión abierta, de teléfono, de telefonía móvil, de radio, de televisión de
paga.
La
educación desde hace mucho tiempo necesita de herramientas que complementen la
labor de todo lo que conforma en este sentido el Sistema Educativo Nacional: los
libros de texto, la labor con aplomo del maestro en el aula, las escuelas, los
padres de familia, la educación formal y no formal; desde hace muchos años ha
tenido como herramienta de refuerzo para la educación a distancia,
complementaria o de divulgación de la ciencia, el arte y la
cultura a la radio y a la televisión.
Mucho
nos quejamos de que los tiempos que se destinan para este propósito son
insuficientes, sabemos que un mayor contenido educativo, científico, deportivo
y cultural en la radio y televisión mexicana aportarían a lograr cambios
significativos en nuestra sociedad, en cambio, tenemos contenido pobre que
carece de calidad, de información documentada o incluso pobre en el mismo
sentido del entretenimiento y del espectáculo.
No
podemos hacer más que apagar los aparatos o cambiar de canal, muchos desde hace
tiempo no miramos la televisión abierta de nuestro país que ésta en manos de
Televisa y TV Azteca, no se respetan las exigencias de los consumidores sobre
transmitir mejores contenidos.
Además
mucho de lo que se transmite pareciera tener el propósito de moldear, de distraer, propósitos de ese Big Brother
que todo lo ve y todo lo escucha, de ese Big Brother que invade e impone una
neo-lengua, un nuevo pensamiento y que elimina todo rastro de historia, pluralidad,
diversidad, equidad y democracia.
Ese
Big Brother que desea que nos concentremos únicamente en un tema, sea este el
fútbol, los milagros o la vida de personas que actúan la interpretación de su
propia vida o lo más grave aún, ese Big Brother político que arruina el perfil
de todo candidato que no sea el candidato oficial y el candidato que más dinero
y control político reparte.
Más
allá de todo la Reforma a la #LeyTelecom afecta también al ser regresiva y
depositar de nuevo en manos de la Secretaria de Gobernación, el control para
regular y decidir que es correcto, que debe transmitirse y que no.
Por
si fuera poco se regularan e implementaran nuevas cuotas y costos, las redes
sociales que hoy utilizamos para manejar contenido educativo, social, político,
cultural, científico, deportivo o de entretenimiento de calidad y que decidimos
compartirlo, también será regulado, vigilado, geo-localizado, censurado y
sancionado por quienes adquirían las facultades para hacerlo siendo este un ser
de dos cabezas los gobernantes y las empresas monopólicas.
La
#LeyTelecom entonces también se enfrenta a la tecnología en la educación y como
Big Brother todo lo ve, todo lo escucha, todo lo controla.
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