miércoles, 18 de marzo de 2015

Psicoanálisis en la educación.

Helohim Jair Abraham  Valdés Sánchez 

La escuela como institución ha transmitido los ideales, objetivos e ideas que acorde a la época responden a la solución de problemas sociales, políticos y económicos determinados. A lo largo de la historia la escuela ha dejado de preocuparse por la formación del ser humano y sus problemas y se ha centrado en la capacitación o perfección del ser humano como herramienta laboral que responde a la industria.

La escuela como institución es uno de los aparatos ideológicos del estado (Althouser) ideal para moldear al sujeto y para cubrir necesidades específicas de quien asume el poder y de los que no ejercen su poder y eligen ser parte de la producción y consumo. Satisfechos en un estado de alienación hedonista y de satisfacción de deseos fabricados, es decir, sujetos que existen y se educan para  laborar, consumir y hacer cumplir sus deseos preconcebidos, diseñados por terceros, que colocan al individuo en un estado de vacío jamás superado, al no cubrir necesidades  y deseos propios.

Reprimir, limitar los deseos permitió la convivencia en la tribu, en la comunidad, en la sociedad mediante el establecimiento de reglas, pero hoy en día  la escuela pretende decirnos cómo debemos ser y que “competencias” debemos adquirir para poder ser y para poder ser eficientes, individuos productivos y eficientes para un agente desconocido o para una empresa muy reconocida, una institución que cobra vida y se mantiene de pie  por nuestra complicidad mafiosa y ominosa con la institución, que además resulta ser esa gran institución empresarial, educativa, industrial, bancaria que carece de valores y ética y que no debe reprimirse, ni limitarse, puede arrasar con el medio ambiente, con una comunidad indígena, con un poblado, con un barrio, con la clase trabajadora, con la clase estudiantil en el nombre de la religión, la ciencia, la política, la educación y la economía.

No se debe mal entender el propósito de instruir y educar o de dotar de competencias al ser humano, lo grave radica en solo transmitir conocimientos específicos para el desempeño y desenvolvimiento de la persona olvidando a propósito las enseñanzas y conocimientos que humanizan al animal humano y que pueden fomentar en él un hábito, de trabajar para y con la humanidad.

A lo largo de la historia de la pedagogía, han existido escuelas, tendencias y propuestas que de la mano de otras ciencias y áreas de estudio han buscado responder  y mejorar las propias condiciones educativas y formativas, para que como resultado el sujeto responda de forma adecuada a la sociedad.

 La psicología nos ha permitido entender que existen condiciones que favorecen o perjudican la educación. Sin embargo como todo descubrimiento científico que el hombre realiza, el mismo hombre parece utilizarlo para controlar y dominar no sólo a la propia especie, sino a todo ser vivo en el planeta, al medio ambiente y pareciera que incluso la futura vida en otro planeta. Así pues por ejemplo para muchos sabios de la pedagogía, como para muchos simples estudiantes, el conductismo pareciera ser una herramienta de control que por cierto encaja perfectamente con el modelo de entrenamiento y moldeamiento en competencias.
Así como desde la biología, las matemáticas y la química se han utilizado los avances tecnológicos y científicos para controlar y dominar desde la industria armamentista, farmacéutica y alimentaria, las instituciones educativas se crean para moldear, controlar e influir en las personas a conveniencia de los pocos que tienen el poder económico, político y militar.

Ferriére señala lo que parece tener eco aun en nuestros días sobre el hecho de que “la escuela se ha esforzado para formar al niño para la obediencia pasiva y no ha hecho nada para desenvolver su espíritu crítico.”

El psicoanálisis es menos preciado en el ámbito educativo, cuando debería ser valorado en los programas de estudio con la misma importancia que las técnicas y herramientas psicológicas para medir y realizar test. La educación es un ideal, que si bien por una parte aterriza propuestas y está en constante evaluación para obtener lo mejor de los seres humanos por los seres humanos, también constantemente olvida lo que Freud escribe acerca de la pulsión; “siempre algo del orden de la pulsión de muerte, de la destructividad, amenaza irrumpir en aquello que la pulsión de vida ha unificado y ligado”.

Podemos enterrar, sepultar nuestros más profundos deseos, disimular nuestro comportamiento, domarlo, pero la educación por sí sola no puede contener manifestaciones violentas, agresivas o extrañas, los países como Finlandia, Holanda, Suiza no generan noticias escandalosas por masacres, asesinatos, desapariciones, ecocidio, violaciones, tortura, represión por el hecho de que sus instituciones educativas y su ciudadanía han asumido el compromiso de ser honestos no solo con ellos mismos en lo individual, sino también a través de sus instituciones, no hay una máscara o un doble discurso, la educación funciona porque el objetivo, la misión y la visión están pensados en función de vivir en equilibrio con la humanidad y el medio ambiente, han entendido que el juego de la superioridad y el control sobre el otro, es una trampa que los arrastra a ellos mismos y que el costo se traduce en irritación, violencia y crimen. ¿Cómo el Estado me pide vivir dentro de la moralidad, renunciar a mis instintos de poder, de control, de deseo cuando es el mismo Estado el que no hace respetar las normas, las leyes y las transgrede? ¿Cómo la empresa me pide cuidar el medio ambiente y respetar a mis compañeros de trabajo, cuando es la misma empresa la que arrasa con los recursos naturales y contamina, cuando es la misma empresa la que establece la competencia, la individualidad, la guerra, el conflicto, la persecución violenta por el salario y sepulta el trabajo colectivo y colaborativo?

La escuela le teme a la violencia, pero la violencia no le teme a la educación, quienes integramos el aparato educativo, no hemos hecho nada por asumir el poder y combatir las fuentes de la violencia, nos hemos preocupado más por mimar, tolerar, y facilitar  el camino al libertinaje. Entiéndase que no hablo de una escuela tradicional que reprima y violente, hablo de un compromiso por asumir nuestro rol como maestros y alumnos, como padres e hijos ya que también en el contexto de libertad, sedemos autoridad porque tenemos miedo a que los hijos y los alumnos nos regañen, a que nuestros maestros y padres nos corrijan, a que el gobierno nos reprima y nos castigue, a que la empresa nos corra y nos remplace, vivimos a la defensiva pero tampoco atacamos, no generamos propuestas, no opinamos, no nos manifestamos, no gritamos, no nos defendemos, reprimimos el deseo y no lo expresamos, somos pilas para un sistema que nos chupa la energía y somos bombas caminando que un día explotamos y realizamos actos fuera de las normas morales y legales en respuesta a toda la violencia que el Estado, la sociedad o el otro ha ejercido contra nosotros o bombas víctimas de una  implosión y morimos lenta o fugazmente.



FINLANDIA EL MODELO EDUCATIVO A SEGUIR

Helohim Jair Abraham  Valdés Sánchez 

¿Es realmente el modelo educativo finlandés un modelo innovador y revolucionario del cual debemos aprender y seguir?


En la práctica mucho lo que es en sí el modelo educativo finlandés no es otra cosa que la puesta en marcha de modelos pedagógicos actuales, modernos que apostaron a centrarse en los alumnos, en los seres humanos, más que en la estructura, el sistema o los complejos y rebuscado planes y programas de estudio,  la libertad que se les permite a los alumnos, la flexibilidad en los planes curriculares, el modo de llevar las clases, el alumno en el centro del sistema más que los conocimientos, los niveles de exigencia y calidad solicitados a los docentes, el equilibrio entre arte, ciencia y deportes, el ambiente familiar, son las propuestas de las escuelas; holística, humanista, critica, activa y constructivista.

 El éxito del modelo finlandés es haber tomado en serio las posturas y propuestas pedagógicas de estas escuelas, no hay más.

Quizá sea necesario argumentar con datos duros y comparaciones estadísticas, geográficas y económicas para poner énfasis en las diferencias entre el sistema educativo mexicano y el sistema educativo de Finlandia, como lo han hecho innumerables artículos, documentales y trabajos escolares. Y en este sentido no está de más registrar estos datos, pero más adelante haré énfasis en la importancia de haber dado vida al pensamiento y acciones pedagógicas de personajes como; Neill, Vygotsky, Freinet, Decroly, Freire, Giroux, Chomsky, Gardner.

México es una nación con mucha Historia, desde la conquista, hasta los procesos de Independencia y Revolución, nuestro país ha adoptado modelos educativos y pedagógicos orientados en beneficio de los gobiernos en turno. En la época prehispánica la educación en la población mexica se basaba en dos escuelas el Calmecac y el Tepochcalli, en la primera se educaba a los futuros gobernantes y en la segunda a los guerreros. Durante el Virreinato los pobladores de la entonces Nueva España eran formados para conocer y desarrollar habilidades completamente nuevas y distintas de lo que estaban acostumbrados  lo cual significo un empuje al desarrollo y adquisición de nuevas habilidades en la población, sin embargo la influencia de la religión católica configuro un estilo de vida apegado a las creencias religiosas, más que al desarrollo científico y la valorización del aspecto humano, así sucesivamente durante los periodos de Independencia, Revolución y la época actual,  la educación se ha centrado más en los intereses de los modelos políticos y económicos que en el ser humano. En 1917   se proclamó la Independencia de Finlandia, en 1919 entra en vigor la nueva constitución. Finlandia se convierte en una república con presidente como jefe de estado. Su historia es relativamente breve, no tiene todo el portafolio de evidencias en materia educativa que tiene México, Estados Unidos, Francia o Inglaterra, no hay en este sentido un bagaje educativo tan significativo como el de estos países y sin embargo Finlandia es el número uno en educación.


El gasto público en educación es de 6.4% del PNB y se ha dado mucho énfasis en los idiomas. En México el gasto en educación es de aproximadamente 5% del PIB (Lomeli, 2013)

La población de México es de 112 336 538 millones de habitantes(INEGI, 2015) y la población de Finlandia es de unos 5,2 millones de habitantes, el promedio de hijos es 1,94 por familia, las mujeres constituyen un 48 % de la población activa, la población activa es de 2,5 millones de personas(Embajada de Finlandia, 2015)
En el sistema educativo Finlandés no hay horarios, grupos rígidos, uso de uniformes específicos, jornadas ampliadas, “escuelas de tiempo completo”, evaluaciones constantes a los alumnos, los desayunos escolares, son verdaderos desayunos que contemplan alimentos balanceados. El trabajo en equipo es fundamental.
La lógica social de los fineses se basa en el respeto, la tolerancia, la honestidad, los valores, el buen gobierno y la transparencia.
La organización Transparencia Internacional publica desde 1995 su índice de percepción de la corrupción. En los dos primeros años Finlandia fue calificada el cuarto país menos corrupto del mundo(Embajada de Finlandia, 2015)


Para concluir planteo de nuevo la pregunta con la que inicié ¿Es realmente el modelo educativo finlandés un modelo innovador y revolucionario del cual debemos aprender y seguir?

En mi opinión pienso que debemos aprender, más que de su modelo educativo, de su lógica y pensamiento, de sus valores y normas. Los fineses priorizan en la educación, el bienestar, el medio ambiente, la inclusión, el respeto, la equidad, la honestidad, el valor del ser humano más que el valor del dinero y lo superfluo o inmediato. Esto es lo que debemos aprender, seguir e importar.

Desde luego el modelo pedagógico es importante, pero no debemos hacer otra cosa que darle vida al constructivismo, a ese trabajo en equipo desde el cual se construyen ideas colectivas en beneficio de todos, debemos centrarnos en el sujeto, entender sus motivaciones, sus pulsiones y sus pensamientos, el sujeto es el que importa y lo haga debe ser en beneficio de este (freudo-marxismo)  debemos enseñar a construir un pensamiento crítico, la educación es un proceso integrador holístico, pero solo cobra vida cuando los productos o los trabajos que se realizan o derivan del aprendizaje se comparten, se debaten, se publican, se discuten y de aquí su característica activa.



Bibliografía.

Emabajada de Finlandia. (12 de 03 de 2015). Obtenido de http://www.finland.org/public/default.aspx?contentid=150289&nodeid=40956&contentlan=9&culture=es-ES
Embajada de Finlandia. (12 de 03 de 2015). Obtenido de http://www.finland.cl/public/default.aspx?nodeid=36935&contentlan=9&culture=es-ES#historia
INEGI. (12 de 03 de 2015). Cuentame Inegi. Obtenido de http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/default.aspx?tema=P
Lomeli, P. (2013). El sistema educativo Finlandés, lecciones para México.
Vessière, G. (08 de noviembre de 2013). canalordinaire.wordpress.com. Obtenido de https://canalordinaire.wordpress.com/2013/11/08/transparency-international-20-ans-de-lutte/